Fue una sesión de fotos en familia súper divertida, nos hizo volver a la infancia y a los juegos con nuestros abuelos. Nos llevó a recordar los veranos en el pueblo y las tardes de parque.

En este reportaje, no se paro de jugar, empezamos con un paseo, seguimos corriendo para eliminar los primeros nervios, a continuación saltar pareció la mejor opción, y acabaron volando y queriendo tocar las estrellas. Después fuimos al río a lanzar piedras y palos, les encantó el plan de buscar la piedra que más salpicara.

A continuación, les llevamos una máquina de burbujas por si necesitaban más ideas durante la escapada al rió con los abuelos. No habría hecho falta, pero fue lo que desató la diversión total, los peques se volvieron locos y no pararon de jugar. Los abuelos y sus padres se animaron con ellos, y acabaron todos corriendo detrás de las burbujas, para ver quien era capaz de atrapar más.

Para acabar los abuelos propusieron en principio un plan más tranquilo soplar dientes de león mientras se sentaban en una manta en mitad de un prado. Sin embargo, abuelos y nietos siguieron manteniendo el ritmo del juego, lo que fue el desencadenante de muchos momentazos.

Los paisajes que vimos en esta escapada al río con los abuelos fueron increíbles, los sonidos del agua, de los pájaros, la tranquilidad que rompimos con las risas y juegos de todos, el respirar el aire puro, nos llevaron a vivir una experiencia diferente y especial en sí misma. Los peques disfrutaron de una tarde en familia y nosotros nos sentimos súper afortunados de poder ayudarles a tener unos recuerdos tan bonitos.